Estos organoides renales se cultivaron fuera del cuerpo a partir de células de la piel derivadas de pacientes con enfermedad renal poliquística. Este método ha allanado el camino para diseñar planes de tratamiento específicos para cada paciente, que podrían extenderse a una variedad de enfermedades renales complejas.
El desarrollo de estas células madre pluripotentes inducidas es necesaria porque el cuerpo humano no puede crear células madre del riñón. Luego se agregan dos productos químicos esenciales para dirigir estas células madre pluripotentes inducidas para crecer en organoides renales. Tras cuatro o cinco semanas después, estos organoides desarrollaron quistes llenos de líquido que son característicos de la enfermedad. Esto indicaba que estaban listos para ser utilizados para probar la eficacia de posibles fármacos para el desarrollo de futuros tratamientos.
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